Poco han cambiado las puertas de los garajes desde que se comenzaron a crear estos habitáculos en los que mantener en condiciones más seguras los vehículos, pero la fabricación puertas basculantes de garaje y de todo tipo sigue siendo uno de los trabajos más importantes que se pueden realizar en un taller de fabricación de productos de hierro y forja, aún incluso a pesar de que se fabrican algunas de estas puertas en serie y cuya fabricación corre en parte a cargo de maquinaria de alto rendimiento.
No obstante, hay cosas que las máquinas no pueden hacer, y una de ellas es ensamblar e instalar correctamente estas puertas, así como activar los mecanismos para que todo funcione con la garantía y la seguridad que toda familia y edificio merecen, de modo que el trabajo final con las puertas de los garajes sigue corriendo (y esperemos que siga por mucho tiempo) a cargo de profesionales que se encargan de terminar de montar los componentes y las pequeñas piezas que componen el conjunto final de las puertas de los garajes así como el montaje final en el lugar en el que las puertas tendrán realizar su importante función.
¿A qué se debe que haya trabajos, como los de rematar la fabricación de puertas de garaje basculantes que no se pueden hacer con máquinas? Sobre todo a que a pesar de que se trata de elementos de precisión milimétrica, el ojo de un profesional con experiencia no se puede igualar por ninguna máquina por muy perfecta y sofisticada que esta pueda llegar a ser. Una máquina no puede aprender a hacer las cosas de un modo diferente al que le han indicado que lo haga, mientras que un humano siempre podrá darse cuente de cuál es la mejor manera de afrontar tareas tan importantes como esta.