En el caso de que la puerta sea de apertura manual, el mantenimiento será algo más simple. Sin embargo la mayoría de las puertas en la actualidad cuentan con un sistema de apertura automático, por lo que hay que prestar atención también a otros elementos como el motor o las conexiones eléctricas. No obstante, de nada sirve que el motor y la corriente funcionen a la perfección si después el conjunto móvil, que es la puerta, no recibe el mantenimiento adecuado.

Los elementos que requieren una mayor atención son los que necesitan estar engrasados, de modo que muelles y bisagras deben estar siempre presentes en todas las listas de elementos a los que se tienen que prestar atención y aplicarles un buen mantenimiento, tanto de limpieza como de lubricación.

La limpieza es una parte muy importante del mantenimiento de la puerta de nuestro garaje, pues es un tratamiento preventivo que nos ayudará a evitar que se produzcan daños mayores que nos podrían obligar a llamar al técnico o incluso tener que cambiar toda la puerta por una nueva.

Las cadenas y todos los elementos móviles que necesitan estar lubricados deben recibir un mantenimiento adecuado, y hay que tener en cuenta que no todas las grasas son adecuadas para todas las piezas, de modo que lo mejor es asegurarse de las necesidades que tiene cada una de estas y aplicar el lubricante adecuado para cada pieza.